Resiliencia financiera: No ignore el poder de la diversificación

La diversificación sí funciona

Si bien es cierto que una cartera equilibrada constituida por el 60 % de las acciones y el 40 % de los bonos cayó un 14 % el año pasado, este es un fenómeno extremadamente raro, ya que las pérdidas continuas de 12 meses ocurrieron solo el 2 % del tiempo desde 1926.

En los próximos ciclos del mercado, esperamos rendimientos anuales medios del 7% al 9% para la renta variable mundial y de hasta el 4.5 % para los bonos corporativos con grado de inversión en USD y EUR.

Otro impulsor del rendimiento basado en la diversificación radica en las estrategias de fondos de inversión libre, incluidos los fondos macroeconómicos y de estrategias múltiples, que pueden aprovechar hábilmente los cambios y desequilibrios macroeconómicos.

Por qué las posiciones concentradas son menos confiables

Algunos inversionistas insisten en que hicieron su dinero en su empresa o en valores individuales y sienten que deben mantenerse firmes en su posición. Pero el hecho es que las posiciones de acciones concentradas ofrecen rendimientos menos confiables. También son menos resistentes a los golpes externos, ya que nueve de cada diez posiciones en valores individuales del S&P han registrado mayores pérdidas máximas a mínimas que el índice general. Y mientras que un promedio del 46 % de las acciones han superado al S&P 500 durante un año en las últimas dos décadas, solo el 22 % lo ha hecho durante dos años.

Por qué los retornos pueden verse obstaculizados por el sesgo nacional

Para aquellos que piensan que es mejor invertir en lo que conocen, mostramos cómo los sesgos nacionales pueden cegar a los inversionistas a su sobreexposición a los riesgos internos, y cómo los rendimientos potenciales pueden ser impulsados por la diversificación internacional.

Los inversionistas también harían bien en diversificar sus inversiones privadas, ya que invertir en negocios relacionados con los propios puede hacer que su riqueza sea más sensible al mismo mercado o a las tendencias geopolíticas.

Lo cual hace que la diversificación en mercados secundarios sea una opción sólida, lo que permite a los empresarios invertir con más agilidad en negocios privados mal valorados mientras eluden el efecto de la curva J.