Filantropía: Las soluciones prometedoras para la salud mundial

En pocas palabras, un sistema sanitario es una organización de personas, instituciones y recursos que prestan atención sanitaria, desde la atención preventiva y primaria básica hasta la atención hospitalaria y especializada. Nos enfocamos en mejorar los resultados sanitarios mediante una mayor concientización, disponibilidad, aceptabilidad y accesibilidad de los servicios de salud.

Un análisis reciente descubrió que estas intervenciones de fortalecimiento no sólo están asociadas con la reducción de mortalidad en varias etapas del ciclo vital, pero también con la reducción de morbilidad para una serie de afecciones y enfermedades. Estas intervenciones también dan lugar a mejoras en la utilización de los servicios, la protección financiera y la prestación de servicios de calidad, todas ellas importantes para mejorar la salud.

Desafortunadamente, una gran cantidad del financiamiento se destina a la salud mundial en silos, en lugar de fortalecer a los sistemas enteros. Esto da lugar a ineficiencias, retrasos en la atención sanitaria y desigualdades en la calidad de la atención recibida sin causar un impacto positivo sustentable. Son preferibles las intervenciones sanitarias horizontales con un enfoque en las personas que no se limitan solamente al control de una enfermedad específica.

Los filántropos pueden apoyar el fortalecimiento de los sistemas de salud tanto en lo público como en lo privado. En el plano público, esto suele incluir financiamiento para las ONG que estén asociadas con los gobiernos para presentar formas innovadoras de llegar a poblaciones de difícil acceso o mejorar la calidad de atención. En el plano privado, esto suele implicar la inversión en empresas sociales que brindan servicios a poblaciones de bajos recursos, o financiando a las ONG que prestan apoyo técnico a clínicas privadas para mejorar su calidad de atención y sustentabilidad financiera.

Los sistemas sanitarios existen porque la gente los necesita. Para estar enfocado en las personas, el sistema sanitario debe atender todas las necesidades de salud, no solo una enfermedad o un aspecto de la salud. Zsuzsanna Jakab, la directora regional de la OMS para Europa, afirma que "para que la atención sanitaria sea verdaderamente universal es necesario pasar de los sistemas sanitarios diseñados en torno a las enfermedades y las instituciones sanitarias a los sistemas de salud diseñados en torno a las personas y para ellas".

La política de salud no puede tener un impacto positivo si pasa por alto las poblaciones a las que está destinado a servir. El compromiso de las partes interesadas es especialmente importante para abordar las desigualdades sanitarias y aumentar la aceptabilidad. 

Los mejores programas de desarrollo de liderazgo buscan proporcionar a la población la oportunidad de practicar sus habilidades. Esto significa alejarse de enfoques excesivamente teóricos y abstractos, favoreciendo a los programas que proporcionan habilidades y herramientas para ponerse en práctica inmediatamente. 

Cuando los programas de liderazgo y desarrollo de gestión se encuentran con la población donde están, hay una mayor participación y deseo de mejorar la manera en que se hacen las cosas. Así es como logramos el tipo de cambio de comportamiento duradero que se necesita para cultivar líderes visionarios y capaces.

Cuando el personal sanitario no recibe apoyo, recursos adecuados y una buena gestión, la salud de la población es la que sufre. Para abordar a trabajadores sanitarios calificados con habilidades culturalmente relevantes se necesita invertir en la educación, tener una infraestructura adecuada y motivarlos con una buena remuneración, desarrollo profesional, gestión de resultados y seguridad en el lugar de trabajo. 

¿Cuáles son algunos de los enfoques para mejorar sus competencias, agregar más trabajadores y luego asegurarse de que se utilizan de la manera correcta? El cambio de tareas, los programas de capacitación locales y las alianzas en materia de salud son clave. 

Aun así, ni siquiera el mejor médico del mundo puede ser eficaz sin las herramientas necesarias. El personal sanitario también necesita la infraestructura, el equipamiento y la electricidad adecuadas. Para esto, hay que financiar mejoras en la infraestructura en clínicas existentes con elementos como la energía solar y los equipos necesarios, y asegurarse de que la formación y el mantenimiento forman parte de cualquier plan.

Para que el impacto sea significativo, es esencial que se demuestre la mejora de los resultados sanitarios, no solo de los servicios prestados o de los pacientes a los que se ha llegado. Sin pruebas sólidas es demasiado fácil desperdiciar recursos y posiblemente incluso dañar a las poblaciones ya vulnerables. Los resultados nos ayudan a brindar soluciones innovadoras para poder maximizar el impacto.

Con el financiamiento basado en resultados, los inversionistas financian a las organizaciones que han demostrado obtener resultados impactantes. Si no se consiguen resultados, la intervención se modificará o finalizará sin el financiamiento total. De este modo, el financiamiento completo y continuo depende del logro de un impacto positivo, algo bastante mejor que lanzar dardos al azar.

Las intervenciones deben diseñarse para ser escalables desde el principio para que la mayor cantidad de población pueda beneficiarse de una innovación. Una solución escalable consta de cinco cosas:

1. Una gran idea por la que es impulsada y organizada
2. Una misión que enfoca la idea en un resultado específico
3. Una teoría del impacto que conecta a la idea y a la misión 
4. Un modelo de una forma sistemática y replicable de aplicar la teoría

5. Una estrategia que identifique quién va a replicar y financiar el modelo