¿Qué piensan los mercados emergentes sobre las elecciones en Estados Unidos?

Para complementar un análisis histórico en la evaluación del impacto potencial de las elecciones de este año en los mercados emergentes, vale la pena analizar tres canales clave de influencia:

• Cambios en las principales variables macroeconómicas de EE. UU.: La influencia descomunal de la economía de EE. UU. en el escenario global significa que los activos de mercados emergentes son sensibles a las expectativas sobre el crecimiento del PIB de EE. UU., la inflación y las tasas de interés, todas las cuales pueden verse influenciadas por el resultado de este ciclo electoral, particularmente en el caso de una victoria total de los demócratas o republicanos.

• Política comercial: Las decisiones de un presidente de EE. UU. pueden moldear las relaciones comerciales del país con el resto del mundo. EE. UU. ha ejercido una gran influencia en la dirección del comercio global en la era de posguerra, aunque el enfoque en acciones unilaterales ha aumentado recientemente.

• Geopolítica: Durante décadas, EE. UU. ha actuado como guardián del orden geopolítico mundial. Y aunque se han vuelto hacia adentro en los últimos años, continúan moldeando los asuntos globales. La forma en que gestionan sus relaciones con China, México, Argentina, Venezuela, Rusia y el Medio Oriente, por ejemplo, puede ser bastante diferente dependiendo de quién gane la presidencia. Si EE. UU. opta por un enfoque unilateral o se inclina hacia alianzas multilaterales también está en juego.

• Considerando las políticas fiscales y regulatorias que ambos candidatos han declarado hasta ahora, una presidencia de Trump parece ser más propicia para un entorno de crecimiento económico más rápido en EE. UU. y una inflación más alta.

• Todo lo demás siendo igual, sin considerar el potencial de disrupción que puede causar su postura más rígida en relación con el comercio y la política exterior, una economía estadounidense fuerte apoyaría los activos de mercados emergentes, incluso si esto puede venir acompañado de tasas de interés más altas en EE. UU. El impacto sería aún más pronunciado en el caso de un Congreso unido, que facilitaría la aprobación de legislaciones fiscales y de gastos.

• En el ámbito del comercio y la geopolítica, sin embargo, mientras podemos esperar el status quo si Biden gana, una presidencia de Trump probablemente aumentaría la incertidumbre en torno a la política exterior de EE. UU. El expresidente ha expresado repetidamente su preferencia por usar tarifas como herramienta de política comercial y parece probable que adopte un enfoque más unilateral e aislacionista para resolver cuestiones transfronterizas.

• Aunque el resultado de la disputa importa, la construcción de carteras a largo plazo es mejor tratada como un ejercicio apolítico. Investigaciones académicas han mostrado que los sesgos políticos personales de un inversionista y el desempeño electoral de su candidato o partido preferido afectan directamente su nivel de optimismo o pesimismo sobre la economía y los mercados.

• Los activos de mercados emergentes deben desempeñar un papel central en tales carteras, ya que promueven la diversificación geográfica y contribuyen a retornos más altos que una cartera sin ellos.

• También es importante recordar que los mercados emergentes son un conjunto heterogéneo de economías, y cualquier declaración genérica puede ignorar sus factores idiosincráticos.

• A continuación, comprenda las implicaciones de las elecciones para países de América Latina, Asia y Europa Central y Oriental, Medio Oriente y África (CEEMEA).

• México parece particularmente susceptible a cambios en la política y en la retórica, aunque el país disfruta de varias ventajas que podrían mitigar los riesgos relacionados con las elecciones, y continuamos encontrando oportunidades atractivas en activos mexicanos.

• Brasil tendrá la tarea desafiante, pero potencialmente gratificante, de mantener una posición neutral ante las tensiones EE. UU.-China. Consideramos el real brasileño atractivo en relación a monedas de menor rendimiento en este contexto.

• En caso de victoria de Trump, la estrecha relación del presidente argentino Javier Milei con el expresidente puede traer beneficios para su país, mientras que Venezuela puede enfrentar un camino más difícil, dada la postura decididamente hawkish de Trump en el uso de sanciones.

• La región es donde la elección trae claramente tanto disrupción como oportunidad. Las relaciones EE. UU.-China probablemente permanecerán en un camino estructuralmente desafiante.

• Restricciones adicionales de EE. UU. contra empresas chinas de tecnología son una posibilidad distinta, independientemente de quién esté en la Casa Blanca, apoyando nuestra visión de la necesidad de diversificar la exposición global a la tecnología hacia Corea y Taiwán, hogar de proveedores de memoria y fundiciones de chips de clase mundial.

• Una posición táctica de venta en CNY y compra en JPY también puede actuar como una protección eficaz contra un aumento acentuado en las tensiones sino-estadounidenses.

• Un aumento en la producción y exportación de combustibles fósiles de EE. UU. en caso de victoria de Trump puede pesar en los precios internacionales y aumentar la competencia para los exportadores en la región del Golfo.

• Una presidencia de Trump también probablemente llevaría a una reducción acentuada en el apoyo financiero y militar a Ucrania y a una OTAN debilitada, lo que aumentaría la prima de riesgo geopolítico sobre los activos europeos.

• EE. UU. sigue siendo el segundo mayor socio comercial de Brasil, solo detrás de China. De hecho, EE. UU. fue el destino del 11% de las exportaciones brasileñas y el origen del 18% de las importaciones brasileñas en 2022. Pero desde el punto de vista de EE. UU., Brasil está en la punta receptora de solo el 1% de las exportaciones estadounidenses y en el origen de menos del 3% de sus importaciones.

• Las exportaciones brasileñas a EE. UU. están principalmente concentradas en productos básicos y productos procesados relacionados, incluidos petróleo, hierro, acero, café, jugos, frutas, azúcar y pulpa y papel. En caso de victoria de Trump, se espera algún impacto en las cuestiones comerciales. Una tarifa universal de importación de EE. UU. del 10% podría llevar a una reducción marginal en el comercio entre los dos países.

• En el campo geopolítico, Brasil tiene la tarea desafiante, pero potencialmente gratificante, de mantener una posición neutral ante las tensiones EE. UU.-China. China es el principal destino de la soya estadounidense, por ejemplo. China podría embargar la soya estadounidense (como lo ha hecho en el pasado) en represalia a un aumento de las tarifas estadounidenses sobre productos chinos, lo que podría terminar fortaleciendo la relación Brasil-China.

• En términos de implicaciones para clases de activos, una victoria demócrata probablemente daría más espacio para una valorización del real brasileño debido a tasas de interés más bajas en EE. UU. y un entorno de dólar débil. Vemos presiones opuestas bajo Trump, al menos inicialmente. Tasas de interés más altas en EE. UU. y la incertidumbre comercial harían más difícil la apreciación del BRL.

• Un cuadro comparable emerge para las acciones brasileñas. Una victoria demócrata llevaría a tasas de interés domésticas más bajas en Brasil, lo que impactaría positivamente las acciones locales a medida que los inversionistas se concentran en los fundamentos positivos del mercado interno. En caso de una victoria republicana, el mercado de acciones local podría enfrentar vientos en contra debido a tasas terminales más altas en Brasil.

• Creemos que los factores positivos esperados para las acciones de EE. UU. en este escenario, como la desregulación y un entorno empresarial más amigable, no se trasladarían a Brasil.

• EE. UU. y México son altamente interdependientes en muchos aspectos, incluyendo comercio, inversión, migración y seguridad pública. México es particularmente sensible a las dinámicas de crecimiento económico de EE. UU. (comúnmente se dice que cuando EE. UU. estornuda, México contrae neumonía). Esto porque EE. UU. es el mayor socio comercial de México y la mayor fuente de inversión extranjera directa.

• Además, las remesas representan una fuente de ingresos extranjera muy significativa para México, y casi el 95% de ellas provienen de EE. UU. Creemos que una victoria republicana, particularmente en caso de una victoria total, probablemente impulsaría la actividad y las dinámicas inflacionarias en México.

• Dicho esto, el comercio y las tarifas, particularmente con México y China, se han convertido en discusiones relevantes en el debate de la carrera presidencial de EE. UU. Notablemente, también hay preocupaciones crecientes sobre el aumento de la inversión china y la entrada de productos chinos en México, que podrían ser redirigidos a EE. UU.

• Más específicamente, Trump ha señalado intenciones de imponer tarifas del 60% sobre productos chinos, tarifas del 100% sobre autos chinos fabricados en México y una tarifa del 10% sobre todas las importaciones de EE. UU., si es elegido.

• México podría encontrarse particularmente vulnerable a una tarifa universal, ya que casi el 80% de sus exportaciones van a EE. UU. Las perspectivas de Trump de usar la revisión del T-MEC en 2026 como una táctica de negociación añaden más incertidumbre, ya que podría presionar por reglas más estrictas sobre el origen y el contenido laboral del acuerdo comercial.

• La inmigración también sigue siendo una cuestión fundamental. Según la Aduana y Protección Fronteriza de EE. UU., el número de encuentros con individuos cruzando a EE. UU. a lo largo de la frontera suroeste aumentó de 1.7 millones en 2021 a casi 2.5 millones en 2023, con la contribución de México permaneciendo significativa en alrededor del 30%. Si Trump gana, probablemente priorizará las barreras físicas y las repatriaciones. La preferencia de Biden, en comparación, apela por soluciones legislativas, que hasta ahora han sido bloqueadas por sus opositores.

• Por lo tanto, creemos que el peso mexicano permanecerá bien soportado, incluso si enfrenta períodos de volatilidad a corto plazo. Mantenemos una visión constructiva sobre bonos mexicanos en moneda local, al mismo tiempo que consideramos varios bonos corporativos mexicanos denominados en USD como atractivos.

• Argentina probablemente mantendrá relaciones constructivas con cualquier presidente de EE. UU., pero la estrecha relación del presidente Javier Milei con Trump puede traer algunos beneficios adicionales si él gana, posiblemente en la forma de aumento del apoyo financiero.

• Mantenemos una visión positiva sobre los bonos soberanos argentinos denominados en USD, a medida que Milei continúa presionando por reformas estructurales y los precios permanecen con descuento tras una reestructuración punitiva de la deuda soberana.

• Venezuela puede enfrentar un camino más difícil, independientemente de quién gane, aunque Trump ofrece un historial decididamente más hawkish en el campo de las sanciones. Estamos más inclinados a considerar el reciente rally de precios en los bonos venezolanos como una oportunidad para liquidar posiciones, en lugar de aumentar la exposición.

• Finalmente, bajo una victoria republicana, líderes de izquierda en la región, incluyendo aquellos en Brasil, Chile y Colombia, pueden recibir una recepción más fría en Washington en comparación con los últimos cuatro años.